Mi nombre en tu piel
He podido contemplar,
como extendías tus alas de Ángel al viento,
dejando tu torso desnudo
a la vez que clavabas tu mirada en la mía,
para demostrarme una vez más,
lo mucho que significo para ti.
Has dejado clavar en tu pecho diminutas agujas,
con esa tinta que formara una a una,
las letras de mi nombre.
Porque dices,
que el pertenece a la parte de tu vida,
en la que encontraste la felicidad.
Sensaciones escritas en tu carne,
poesía,
trasformada en sentimientos.
Me amas tanto,
que has ido,
mas allá de las palabras,
de las caricias,
de los besos........
Inmortalizas mi nombre,
porque lo quieres sentir ,
como la razón más importante de tu vivir,
para ti,
es como una caricia mía en tu piel.
Has resistido el dolor,
para regalarme otra prueba de tu amor,
queriendo hacer tuyo mi nombre,
por el resto de los días.
Aunque quieran destruirlo,
nadie podrá arrancarlo jamás,
siempre lo llevaras contigo,
para así,
el día que cierres tu alas para siempre,
lo guardes tan dentro de tu ser,
que cuando la naturaleza lo destruya,
vuele junto a tu alma.
Te has tatuado mi nombre en tu pecho,
nombre que nunca se borrara,
porque está dentro de ti y es solo tuyo,
como mi amor por ti.
Ahora acógeme en tus alas y abrázame,
quiero que se junten,
mi corazón y el tuyo y así me sientas,
con toda la intensidad que existe y seamos testigos,
en el día de hoy,
del tatuaje que inmortalizo mi nombre y así,
poder darte las gracias,
por dejarme dormir en ti para siempre.
Reflexión
He tenido la gran suerte de poder juntar a los dos hombres de mi vida que se han unido bajo un mismo fin, uno mi marido y otro mi hijo, el primero ha puesto su pecho y el segundo las manos que grabaron mi nombre.
Traje al mundo a un niño que desde pequeño nació con el “Arte” de saber dibujar a la perfección y que escogió de grande el camino de hacerse tatuador y que mejor que él para confiar en una cosa tan personal como es el hacerse un tatuaje.
Miguel se puso en sus manos y la verdad es que ha quedado precioso, en la foto que he puesto esta recién hecho por lo tanto no se puede apreciar en su totalidad el acabado pues aun tiene que cicatrizar.
Una vez más mi Ángel que es como yo llamo a Miguel me ha regalado una muestra de amor, algo que hay que pensarse y mucho pues los tatuajes son como quien dice para toda la vida a la vez que es una cosa muy de uno, el así lo decidió y así lo hizo, inmortalizo mi nombre en su pecho y que menos que regalarle este poema aparte de todo mi amor.
También quiero dar las gracias a esas manos de mi hijo que lo han hecho posible.
Mª Amparo@todos los derechos reservados
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