Alcanzare el jardín de mis sueños
Sendero,
en el que camino solitaria y triste,
hundiendo mis mies sobre la arena mojada,...
la cual me hace resbalar y caer una y otra vez.
Ando buscando el jardín de mis sueños,
donde todo sea paz y alegría,
amor y felicidad.
Quiero que el sol,
roce de nuevo mis mejillas,
para que pueda secar las lagrimas,
que voy derramando.
También quiero contemplar,
como crecen las flores siguiendo el curso de la vida,
para que su color,
ilumine el oscuro iris de mis ojos.
Necesito escuchar el sonido de las aves,
que con sus singulares cantos,
se posan en la rama de los arboles,
para que así alegren mi alma.
He de conseguir levantar mi mirada
y ver el cielo azul sin nubes,
no quiero volver a verlo gris y oscuro.
Se,
que cuando lo halle seré feliz,
pero me he preguntado tantas veces,
¿Cuánto tiempo,
me faltara para hallarlo y cuantas veces,
me tendré que volver a levantar,
por haber vuelto a tropezar y caer?
Mis días,
se vuelven angustiosos y largos para poder continuar,
pero se,
que soy lo suficientemente fuerte para seguir,
por muchos obstáculos que entorpezcan mi camino.
Algún día alcanzare el jardín de mis sueños y será entonces,
cuando mire hacia atrás y me dé cuenta,
de que realmente,
valió la pena caminar y llegar.
Reflexión:
Este poema lo escribí hace algunos años, creo que todos tenemos en esta vida ese momento de debilidad que te lleva a la tristeza y algunas veces a la desesperación pues es evidente en mis letras que yo atravesé uno de ellos.
Lo ves todo perdido, acabado, sin salida, pero es cuando me dije a mi misma que me tenía que superar y empezar a buscar el camino que me llevara hacia la felicidad.
Creedme que cuesta mucho esfuerzo pero al final se logra y es cuando te das cuenta que verdaderamente valió la pena realizar el esfuerzo de superarse a uno mismo día a día e ir salteando los obstáculos que te hacen caer.
Hoy soy una mujer feliz pues encontré ese jardín que buscaba que me llenara de felicidad, la verdad que no soy una mujer ambiciosa y con poco me conformó.
Tengo amor, una familia maravillosa, amigos, tres gatos que me adoran, ¿qué más puedo pedir?, creó que nada mas, pues todos ellos me acompañan a que cada día yo tenga más ganas de vivir.
Mª Amparo@todos los derechos reservados
en el que camino solitaria y triste,
hundiendo mis mies sobre la arena mojada,...
la cual me hace resbalar y caer una y otra vez.
Ando buscando el jardín de mis sueños,
donde todo sea paz y alegría,
amor y felicidad.
Quiero que el sol,
roce de nuevo mis mejillas,
para que pueda secar las lagrimas,
que voy derramando.
También quiero contemplar,
como crecen las flores siguiendo el curso de la vida,
para que su color,
ilumine el oscuro iris de mis ojos.
Necesito escuchar el sonido de las aves,
que con sus singulares cantos,
se posan en la rama de los arboles,
para que así alegren mi alma.
He de conseguir levantar mi mirada
y ver el cielo azul sin nubes,
no quiero volver a verlo gris y oscuro.
Se,
que cuando lo halle seré feliz,
pero me he preguntado tantas veces,
¿Cuánto tiempo,
me faltara para hallarlo y cuantas veces,
me tendré que volver a levantar,
por haber vuelto a tropezar y caer?
Mis días,
se vuelven angustiosos y largos para poder continuar,
pero se,
que soy lo suficientemente fuerte para seguir,
por muchos obstáculos que entorpezcan mi camino.
Algún día alcanzare el jardín de mis sueños y será entonces,
cuando mire hacia atrás y me dé cuenta,
de que realmente,
valió la pena caminar y llegar.
Reflexión:
Este poema lo escribí hace algunos años, creo que todos tenemos en esta vida ese momento de debilidad que te lleva a la tristeza y algunas veces a la desesperación pues es evidente en mis letras que yo atravesé uno de ellos.
Lo ves todo perdido, acabado, sin salida, pero es cuando me dije a mi misma que me tenía que superar y empezar a buscar el camino que me llevara hacia la felicidad.
Creedme que cuesta mucho esfuerzo pero al final se logra y es cuando te das cuenta que verdaderamente valió la pena realizar el esfuerzo de superarse a uno mismo día a día e ir salteando los obstáculos que te hacen caer.
Hoy soy una mujer feliz pues encontré ese jardín que buscaba que me llenara de felicidad, la verdad que no soy una mujer ambiciosa y con poco me conformó.
Tengo amor, una familia maravillosa, amigos, tres gatos que me adoran, ¿qué más puedo pedir?, creó que nada mas, pues todos ellos me acompañan a que cada día yo tenga más ganas de vivir.
Mª Amparo@todos los derechos reservados
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