Te
deseo, te espero.
Lo
esperaba,
con
su copa en la mano y contemplando en su ventanal,
como
las gotas de la lluvia,
mojaban
el asfalto de esa carretera desierta,
tan
solo alumbrada por las farolas,
en
el silencio de la noche.
En
su chimenea,
el
fuego incandescente de los troncos encendidos,
para
dar calor a esa alcoba,
que
será testigo de su encuentro.
Un
encuentro ansiado,
deseado,
que
se va acentuando en cada segundo que pasa.
Unos
faros de un coche lejanos
enturbiados
por el agua,
divisan
sus pupilas,
haciendo
acelerar su corazón.
Esta
cerca el momento,
escucha
pasos,
acompañados
de esas llaves,
que
abren esa puerta tan esperada.
Es
el,
cruce
de miradas que detienen el tiempo,
para
fundirse en un beso profundo,
donde
dará comienzo,
una
larga noche de amor y donde los amantes,
un
día mas,
cumplirán
su sueño,
el
sueño de amarse.
Mª
Amparo@todos los derechos reservados.
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