Pobre jardinero
Perdió la rosa su
fragancia,
dilapidando su frescura
con el tiempo.
Esos pétalos de color
intenso,
se han ido volviendo
opacos,
grises,
tal las nubes en un día
nublado.
Sus hojas se han secado,
desprendiéndose poco a
poco,
cayéndose,
como las lágrimas por un
rostro angelical,
rompiéndose y haciéndose
en mil pedazos.
Ahora,
tan solo queda intacto su
tallo,
lleno de espinas,
espinas.
que va clavando a quien
intenta cogerla,
para que renazca y que
vuelva a ser,
esa flor que con tan solo
mirarla,
te hacia sonreír,
te llenaba de ilusión y
te retransmitía,
la belleza de su alma.
¡¡Pobre jardinero ! !
Que la ve desfallecer
sangrando sus manos,
permaneciendo con ella y recogiendo,
sus restos sin miedo a
clavarse,
esos pinchos,
que tanto daño hacen.
La rosa sigue muriendo,
el,
intenta curar su dolor y
se conforma,
con estar a su lado,
cuidándola y esperando,
que llegue el día,
que algún milagro la haga
rebrotar de nuevo,
aunque tan solo sea un
simple tallo,
para que a él le devuelva
la ilusión y a ella,
las ganas de seguir viva.
Mª Amparo@todos los
derechos reservados.
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