Amor platónico
Quiere
dedicar su último verso
a
quien tantos años le inspiro,
quiso
pronunciar su nombre en vano,
pues
ella nunca lo escucho.
Amor
oculto en su alma,
guardado
en su corazón,
dedico
su vida a ella,
pues
nunca la traiciono.
Jamás
pronuncio su nombre,
tan
solo la idolatro,
poeta
entre los poetas,
escribió
libros de amor
a
la mujer de sus sueños
a
la mujer que el amo.
Ella
pertenece a otro
a
un amigo de la infancia,
el,
es hombre de principios
y
aunque agonice en su cama,
nunca
dirá lo que la ama.
¿Quién
tiene un amigo así,
que
aunque se muera de celos,
su
amor llevara hasta el fin?
Ella
a los pies de su cama,
acompaña
a su marido,
pues
el poeta está solo
y
aunque casi ya está muerto,
en
sus últimos suspiros,
tan
solo dice a su amigo,
un
sabio y útil consejo.
Le
dice tartamudeando,
“la
mujer que está a tu lado,
es
una gran compañera,
cuantos
hubieran querido,
una
mujer como ella”.
Y
agarrándoles las manos
y
viéndolos junto a él,
con
lágrimas en los ojos,
aun
les hizo prometer.
Que
su amor seria eterno
y
nunca se olvidarían de él,
aun
sabiendo que los amores prometidos,
también
se pueden romper.
Murió
el poeta contento,
sabiendo
que la amarían,
pero
lo que nadie supo,
es
que como él la amaba,
nunca
nadie la amaría.
Mª
Amparo@todos los derechos reservados.
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