Viejo campanario
Hoy quise volver,
al viejo campanario,
donde de niña,
mi padre me traía a contemplar,
donde de niña,
mi padre me traía a contemplar,
las cigüeñas en lo alto.
Casi tocando el cielo,
rozando las nubes,
con su largo y afilado pico y sobre una almohada,
de paja,
dorada como el oro y acariciada,
por los rayos del sol.
Posan sus largas y finas patas,
mirando hacia el
horizonte,
para construir,
para construir,
sus nidos en la cima y así,
proteger a sus polluelos,
cuando vienen al mundo,
alejándolos de todo mal.
Me gusta contemplarlas desde niña,
fijo la vista hacia lo más alto
y observo sus blancas alas,
fijo la vista hacia lo más alto
y observo sus blancas alas,
al alzar su vuelo.
Vista perdida en el cielo,
para contemplar tanta belleza,
en ese pueblo desierto,
donde su gente,
en ese pueblo desierto,
donde su gente,
se marchó en busca de nuevas ilusiones.
Pero siempre quedara firme,
el viejo campanario,
para que las cigüeñas,
sigan construyendo,
para que las cigüeñas,
sigan construyendo,
sus nidos y el pueblo no quede solitario.
Y así yo,
poder seguir viniendo a contemplarlas
y recordar en mi mente,
viejos y buenos recuerdos,
al lado de mi padre.
Mª Amparo@todos los derechos reservados
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