A mi amiga Dori
Te recuerdo en mis días,
en mis noches,
estas siempre presente en
mis recuerdos,
que fueron tantos......
Éramos tan jóvenes,
siempre riéndonos del
mundo,
con nuestras cosas y con
esa complicidad,
que tanto nos unía.
Fuimos marcando nuestro
camino,
de anécdotas,
de secretos,
incluso de amores,
perdidos con el tiempo,
pero siempre una junto a
la otra,
hasta hacernos adultas.
Encontramos el amor,
casi a la vez,
nacieron nuestros hijos
en el mismo mes e incluso,
tomaron la comunión el
mismo día.
Ya no éramos esas locas
adolescentes,
éramos mujeres
responsables,
cada una con sus obligaciones,
pero siempre sin
olvidarnos una de la otra,
porque la amistad
verdadera,
por mucho que la vida
cambie,
si se quiere de corazón
nunca se pierde.
Yo me tuve que marchar a
otra ciudad a vivir,
pero no por eso perdimos
el contacto,
venias a verme de vez en
cuando,
otras veces iba yo y por teléfono,
hablábamos todos los días.
Hasta que una mañana y
sin nadie esperarlo,
me dejaste para siempre y
es,
cuando mi boca enmudeció,
sumergiéndome durante
mucho tiempo,
en una gran tristeza,
intentando buscar un
porque sin nunca hallarlo.
Hasta hoy,
porque no por no hablar,
he dejado de recordarte
cada día.
Hoy mi poema es para ti,
sabias que no éramos,
de las que creyéramos en
otra vida,
pero pasan cosas tan
raras que nunca se sabe,
si desde algún lugar,
me puedes llegar a leer.
Cuantas veces me dijiste,
que escribiera mis
pensamientos,
que tanto te gustaban a
lo que yo,
siempre me reía.
Lo que nunca pudiste
llegar a pensar,
es que de mi puño y letra,
te escribiría a ti este
poema,
para decirte,
que una buena amiga se
puede perder en la vida,
pero nunca en el alma.
Mª Amparo@todos los
derechos reservados.
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