Amiga mía, lucha
Tristes ojos los suyos,
se están quedando vacíos,
sin vida,
con tal solo el brillo,
de esas lagrimas que cada
noche,
empapan su almohada.
Su mirada ya no habla,
tan solo calla,
enmudece,
no ve mas allá,
de lo que el pensamiento
le dice.
Observando,
mientras las gotas caen,
lentamente por sus
mejillas,
al hombre que sin darse
cuenta,
le esta arrebatando su
alegría.
Ese hombre que al caer el
ocaso,
sin tan siquiera
regalarle un beso,
se acuesta en el lado opuesto
de la cama,
ajeno a lo que alrededor
sucede.
Para de la misma manera,
Levantarse
a la mañana siguiente y
marcharse,
sin tan siquiera un
adiós.
Ya no queda amor,
ni ilusiones,
no queda nada,
por lo que seguir
adelante.
Deja de llorar,
sécate esas lágrimas,
que entristecen,
la belleza de tu rostro y
ármate,
de valor suficiente,
para cuando vuelva de
nuevo,
decirle que ya no le
amas.
Porque una vida sin amor,
no tiene sentido y en la
vida,
hay muchas cosas que
amar.
Amiga mía,
la vida pasa muy deprisa
y hay que aprovecharla.
Porque quizá,
hoy tengas que apearte de
ese tren,
que un día subiste,
pero tal vez mañana,
pasara otro y te vuelvas
a subir,
llevándote al camino de
la felicidad.
Solo se vive una vez,
por eso debemos
aprovechar al máximo,
cada segundo de nuestra
vida,
sabiendo luchar,
para conseguirlo y ser
felices.
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