martes, 5 de mayo de 2015

Mi vieja caracola






Mi vieja caracola


Hoy destape la caja,
donde guardo los recuerdos,
que han formado parte de mi vida.

En ella encontré,
mi vieja caracola de Mar,
con ella de niña,
pasaba horas escuchando e imaginando,
al acercarla en mi oído,
cosas inimaginables.

Cerraba los ojos y me sentía entre el cielo y la Mar,
escuchaba las olas,
como iban y venían llenas de misterio,
salpicando con su espuma blanca mi alma.

Escuchaba los peces,
escabullirse y saltar sobre el agua,
notaba su brisa en mí y hasta escuchaba las gaviotas,
girando en el cielo alrededor del sol,
mientras las  olas besaban la arena.

Me gustaba susurrarte palabras,
para que quedaran guardadas en tus aguas,
como un eterno secreto,
mientras contemplaba tu horizonte.

Horizonte sin final,
como mi imaginación,
que nunca tiene fin.

El viento me traía,
la música de tus olas,
imaginando los acordes dibujados ,
en la tierra  cálida.

Caracola de mi vida,
cuantos años contigo y con mi pensamiento,
despertabas y transformabas mi alma
a lugares maravillosos de mi Mar que tanto quiero.

Te dejaría mi corazón,
pero no puedo llevarme tan solo mi cuerpo.

Vieja y querida caracola,
seguirás en mi vida y seguirás,
despertando mi imaginación,
como cuando era niña.

Solo tengo que ponerte en mi oído,
cerrar los ojos y dejar volar,
el pensamiento.


Reflexión:


¿Quién de niño-a no ha intentado escuchar la Mar a través de una caracola?, dicen que se escucha su sonido.
Yo tengo la gran suerte de vivir cerca de ella y he tenido miles de ocasiones de poder coger muchas caracolas, luego me encantaba escucharlas, solo que en mi despertaba algo mágico que hacia volar mi imaginación como si estuviera en la misma orilla.
Es algo especial y placentero, incluso de adulta sigo escuchando su sonido, me serena, incluso me siento más feliz.
Soy de la opinión que si sabes dejar volar tu pensamiento lo guiaras hasta donde tu desees que alcance.


Mª Amparo@todos los derechos reservados.

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