jueves, 12 de enero de 2012

Mi tren






Mi tren

Cuanta añoranza por no tenerte,
cuantas y cuantas veces,
me he parado a verte pasar,
para darte mi saludo.

Te escuchaba en la lejanía,
un sonido inconfundible ante mis oídos,
viejo tren ¿donde estarás?

Ya no quedan ni tus vías oxidadas,
desaparecieron para siempre,
tan solo queda la estación abandonada,
refugio de gatos sin hogar,
¿cuántos viajes contigo?
¿cuántas miradas perdidas a través de tus cristales?.

Ya no queda rastro de ti,
ya nadie te nombra,
aunque si te recuerdan.

Cada vez que camino por donde tu pasabas,
no puedo evitar el verte en mi mente,
fueron tantos años juntos,
que si no pierdo la razón,
siempre te seguiré recordando.

Reflexión

      ¿A quién no le ha gustado de niño ver el tren pasar?
Yo nací junto a él, pues desde mi casa lo veía pasar,
me sabia las horas del día en que hacia su recorrido, cruzaba todo el pueblo, y digo cruzaba porque hace algunos años desapareció, en su lugar pusieron el metro, más seguro y menos peligroso al estar las vías bajo tierra, aunque reconozco que el tren es algo característico de muchos pueblos.
A mí me encantaba contemplarlo desde mi ventana y hay muchas veces que aun parece que escucho su sonido, porque a pesar de haber desaparecido del pueblo, de mi pensamiento estoy segura no desaparecerá.
Cuando hay algo que marca nuestro pensamiento, es imposible olvidarlo, al contrario es motivo de recuerdos bonitos muchas veces.

Mª Amparo@reservados todos los derechos de admisión.


No hay comentarios:

Publicar un comentario