martes, 21 de enero de 2014









A mi amiga Dori

Te recuerdo en mis días,
en mis noches,
estas siempre presente en mis recuerdos,
que fueron tantos......

Éramos tan jóvenes,
siempre riéndonos del mundo,
con nuestras cosas y con esa complicidad,
que tanto nos unía.

Fuimos marcando nuestro camino,
de anécdotas,
de secretos,
incluso de amores,
perdidos con el tiempo,
pero siempre una junto a la otra,
hasta hacernos adultas.

Encontramos el amor,
casi a la vez,
nacieron nuestros hijos en el mismo mes e incluso,
tomaron la comunión el mismo día.

Ya no éramos esas locas adolescentes,
éramos mujeres responsables,
cada una con sus obligaciones,
pero siempre sin olvidarnos una de la otra,
porque la amistad verdadera,
por mucho que la vida cambie,
si se quiere de corazón nunca se pierde.

Yo me tuve que marchar a otra ciudad a vivir,
pero no por eso perdimos el contacto,
venias a verme de vez en cuando,
otras veces iba yo y por teléfono,
hablábamos todos los días.

Hasta que una mañana y sin nadie esperarlo,
me dejaste para siempre y es,
cuando mi boca enmudeció,
sumergiéndome durante mucho tiempo,
en una gran tristeza,
intentando buscar un porque sin nunca hallarlo.

Hasta hoy,
porque no por no hablar,
he dejado de recordarte cada día.

Hoy mi poema es para ti,
sabias que no éramos,
de las que creyéramos en otra vida,
pero pasan cosas tan raras que nunca se sabe,
si desde algún lugar,
me puedes llegar a leer.

Cuantas veces me dijiste,
que escribiera mis pensamientos,
que tanto te gustaban a lo que yo,
siempre me reía.

Lo que nunca pudiste llegar a pensar,
es que de mi puño y letra,
te escribiría a ti este poema,
para decirte,
que una buena amiga se puede perder en la vida,
pero nunca en el  alma.


Mª Amparo@todos los derechos reservados.

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