viernes, 3 de enero de 2014








Vagabundo


 Pobre vagabundo,
 nuevamente,
 le ilumina el sol sus días tristes,
 pero aun así da las gracias,
 por amanecer de nuevo y poder contemplarlo.

 Deambulando por las calles,
 donde mucha gente fijara su mirada en él,
 para tan solo ver,
 sus ropas mugrientas y malolientes,
 ese rostro lleno de barba,
 sus manos sucias o esas alpargatas rotas,
 que hacen que sus pies toquen el asfalto.

 Pero sin darse cuenta,
 que detrás de cada ser,
 hay una historia diferente y que no,
 el aspecto de los ropajes,
 te hacen ser mejor persona,
 por que el,
 también tiene una historia.

 Sin nada que echarse a la boca,
 se sentara quizá,
 en la puerta de alguna iglesia a posar,
 su mano esperando que algún feligrés,
 le eche alguna moneda,
 dándose cuenta de que esos que entran a rezar y a darse,
 golpes de pecho,
 salen,
 sin tan siquiera,
 mirarlo o tal vez,
 esquivándolo porque les produce hasta temor.

 Y de nuevo,
 volverá a buscar,
 entre los contenedores,
 las sobras que otros tiran,
 para poder comer un día más.

 De amigos,
 tan solo tiene,
 esos que llevan pelo y tienen cuatro patas,
 esos que no entienden entre ricos y pobres,
 tan solo entienden de cariño y comprensión a cambio,
 de las caricias que les proporcione una mano amiga y a los cuales
 nunca los traicionara,
 porque valoran la verdadera amistad.

 Tal vez en algún banco de algún parque o el suelo,
 de algún portal y tapándose,
 con sus sabanas de cartón,
 intente dormir una noche más,
 sin saber si despertara a la mañana siguiente.

 ¿ Pero si no despertase ?
 ¿ Quien lo echar de menos?
 ¿Quien le llorara?

 Nadie,
 porque nadie se dio cuenta,
 que tan siquiera,
 existió y si por lo contrario,
 lo vieron,
 tal vez digan,
 " Un mendigo menos para pedir " o
 " Un mendigo menos para ensuciar ",

 Lo que no ven,
 que los mendigos son ellos,
 que sin tener que pedir,
 no poseen nada porque les falta,
 lo más importante que la vida nos ofrece,
 ese amor que nos sale del corazón y que nos enseña,
 que hay que quererse a uno mismo,
 para poder querer a los demás.

 Mª Amparo@todos los derechos reservados. 

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