viernes, 12 de julio de 2013









 El abuelo

Con un libro en la mano,
el abuelo,
se sentó en su vieja mecedora,
para sentar en su regazo a esa niña,
de enormes ojos y mejillas sonrosadas.

Esa nieta que de alguna forma,
le hace transportarse a su niñez,
haciéndole recordar,
cuando su abuelo,
lo sentaba a él,
en sus rodillas y le contaba esas historias,
que tanto ha recordado a lo largo de su vida
y que ahora de alguna forma,
le retransmite a su nieta,
dándole el calor y el amor,
que le dieron a él un día.

Le leerá un cuento,
para que su imaginación,
llegue,
hasta un mundo mágico,
lleno de fantasía.

Donde ella,
siempre será la protagonista y el,
ese narrador,
que con su voz la embelesa,
para que expectante lo escuche
a la vez,
que sus pequeños dedos,
acarician ese pelo blanco,
lleno de canas,
inevitables por el paso de los años.

Le gustaría parar el reloj,
para que siempre fuera una niña y así,
no perdiera esa inocencia tan bonita,
que todos tenemos y se esfuma con el tiempo,
para así,
seguir disfrutando de su compañía.

Él es feliz,
porque muchas veces el hecho,
de hacer sonreír
a alguien a quien queremos,
nos hace felices a nosotros mismos,
da igual,
seas  pequeño o grande,
lo importante es sonreír  juntos.


Mª Amparo@todos los derechos reservados.

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