martes, 27 de agosto de 2013












Amor platónico


Quiere dedicar su último verso
a quien tantos años le inspiro,
quiso pronunciar su nombre en vano,
pues ella nunca lo escucho.

Amor oculto en su alma,
guardado en su corazón,
dedico su vida a ella,
pues nunca la traiciono.

Jamás pronuncio su nombre,
tan solo la idolatro,
poeta entre los poetas,
escribió libros de amor
a la mujer de sus sueños
a la mujer que el amo.

Ella pertenece a otro
a un amigo de la infancia,
el, es hombre de principios
y aunque agonice en su cama,
nunca dirá lo que la ama.

¿Quién tiene un amigo así,
que aunque se muera de celos,
su amor llevara hasta el fin?

Ella a los pies de su cama,
acompaña a su marido,
pues el poeta está solo
y aunque casi ya está  muerto,
en sus últimos suspiros,
tan solo dice a su amigo,
un sabio y útil consejo.

Le dice tartamudeando,
“la mujer que está a tu lado,
es una gran compañera,
cuantos hubieran querido,
una mujer como ella”.

Y agarrándoles las manos
y viéndolos  junto a él,
con lágrimas en los ojos,
aun les hizo prometer.

Que su amor seria eterno
y nunca se olvidarían de él,
aun sabiendo que los amores prometidos,
también se pueden romper.

Murió el poeta contento,
sabiendo que la amarían,
pero lo que nadie supo,
es que como él la amaba,
nunca nadie la amaría.

Mª Amparo@todos los derechos reservados.



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